Monday, August 28, 2006

LOS 10 ERRORES QUE OTROS COMETIERON

1. Pensar que todas las buenas ideas son novedosas: La clave para los emprendedores no siempre es crear algo novedoso y revolucionario sino resolver problemas claves y típicos. En muchos casos esto resulta ser más exitoso que lanzarse a conquistar nuevos mercados o productos.

2. Creer que todo esta inventado: Comúnmente pensamos que si se nos ocurrió una idea probablemente otros ya hayan puesto su atención en ella antes que nosotros. Ten en cuenta que:
a. Del dicho al hecho hay un gran trecho, es decir que tener una idea y llevarla a la práctica son cuestiones muy diferentes.
b. No sólo importan las ideas en sí mismas , sino el llevarlas a cabo en forma exitosa. Una misma idea puede tener varios caminos para ejecutarla, así que analiza lo que existe en el mercado y busca diferenciarte.

3. Creer que el producto se venderá solo: No basta con tener un buen producto. Si bien esto favorecerá las ventas es necesario realizar una estrategia para dar a conocer el producto y venderlo.

4. Creer que ser el primer jugador te llevará al éxito: Si tu producto o servicio son buenos pronto habrá competidores dispuestos a imitarte o superarte. Detecta cuáles son tus barreras de entrada. Si no las tienes intenta crearlas a partir de alianzas estratégicas, movimientos rápidos, innovaciones, etc.

5. Considerar que es suficiente una pequeña innovación: La competencia es feroz y sería un error y una pérdida de esfuerzo pensar que con una pequeña innovación en algo que ya existe podrías ganar y sobrevivir en el mercado

6. No trabajar en equipo: Un error muy común en un emprendedor es que está tan enamorado de su proyecto que cree que él solo puede llevarlo a cabo. Está comprobado que el trabajo en equipo es una de las bases fundamentales para que el emprendimiento sea un éxito. No olvidemos que el resultado del trabajo en equipo es mayor que la suma de sus individualidades.

7. No tener idea de los números de la empresa o no saber interpretarlos: Si no puedes traducir tu empresa en números claves (costos de producción, ventas, utilidades, márgenes, etc.), lo más probable es que tu negocio se te escape de las manos. Si los números no son tu área más fuerte busca la ayuda de expertos que puedan complementarte.

8. No ser realistas: La mayoría de las veces cuando se realiza una proyección es difícil considerar todos los factores que puedan afectar a la realización del emprendimiento; inclusive no se puede tener el control sobre todas las variables que se puedan llegar a presentar. Recuerda que una proyección es sólo un estimado de la realidad, y que cuántos más factores consideres al realizarla, será menos susceptible a errores.

9. Creer que uno se las sabe todas: La humildad en cuanto a los conocimientos es un componente esencial en la personalidad de un emprendedor. Conocer las limitaciones y recurrir al consejo de expertos hará que los problemas se resuelvan antes que sea demasiado tarde.

10. No estar abierto al cambio: Es bueno ser conscientes de que a medida que la empresa se va desarrollando se van suscitando cambios, y la adaptabilidad a los mismos hará que la empresa perdure en el tiempo. Probablemente los pioneros del emprendimiento no sean quienes lideren la empresa cuando haya alcanzado cierto crecimiento. Es recomendable realizar evaluaciones constantes, estar atento a los cambios e implementar los ajustes necesarios.

EMPRENDEDOR

“Entrepreneur” es una palabra que comenzó a emplearse hace más de diez años y que encerraba una cantidad importante de cualidades.
Ser emprendedor está más allá de tener o no un emprendimiento propio (realizado o en proyecto), es una forma de ser, sentir, vivir y por supuesto, trabajar.
Es saberse dueño absoluto del destino y obrar para rectificarlo, empeñarse en conseguir lo que se propone y contagiar a los demás este entusiasmo acercándose y acercando a otros al éxito, cualquiera sea el significado personal de este término.
El empleado-emprendedor es en su realidad un empresario: buscará con frecuencia ocupar un puesto de liderazgo. Se lo puede juzgar de trepador; pero él es sólo ambicioso y responde a una necesidad interna de crecer. Quiere decidir, hacer, enseñar, producir, conseguir. Es entusiasta y despierta cada día plagado de sueños a concretar.

Este tipo de colaborador en una empresa realiza un aporte exquisito en su ámbito de trabajo porque lo asume como propio y trabaja para mejorar su entorno aportando ideas y energía, ya que en general se automotiva con relativa facilidad.
Forman parte integrante de casi todas las firmas y son para muchas de ellas pilares importantes y codiciados. De hecho, en las búsquedas de personal algunos empleadores suelen decir al selector, como al genio de la lámpara: “... que tenga autonomía, poder de decisión, que quiera crecer y aprender”.
Ese es el empleado-entrepreneur. A diferencia del que no se interesa por trabajar para sí mismo y sí para otro, este tipo de empleado tiene proyectos y sueños guardados que algún día intentará realizar. Es como un ave con alas pequeñas que se deja cuidar para volar al sentirse seguro.
Pero no es este un aspecto del todo negativo, ya que deja tras de sí tareas realizadas y plataformas construidas para los que lo sucederán. Por esto es muy valorado en las corporaciones, y sus empleadores bien saben que ellos responden a su talento, a sus ideas, y no es simple gerenciarlos pero tampoco conviene prescindir de su riquísimo aporte. (Por lo tanto, si usted busca empleo debe saber que quizás estén buscando un empresario, ¡no se confunda!)
Tener el proyecto, los recursos y el planeamiento, es sólo el inicio de una empresa, pero no son nada sin aquél que la gestó y le dará vida. Las ideas pueden ser las mismas, las personas que las llevan a cabo marcan la diferencia. Y mientras esa oportunidad aparece, él será un empleado deseoso de volcar su energía en algún propósito, que seguramente será el de otro. Su jefe sentirá que no hace falta pedirle empeño porque se adelanta en las ideas e innovaciones, suele llegar temprano o irse tarde, y en sus vacaciones genera nuevas contribuciones para llevarlas a la práctica al regresar.
O quizás lea un artículo en el periódico y descubra que es aplicable en la empresa a la que pertenece. Y no pide mejor salario por esto: es su modo de trabajar, necesita de esta motivación para hacerlo; sino, preferirá quedarse en casa.
Algunas veces se pierden estos personajes por no dejarles crear y creer –que pueden obrar en la compañía como si fuera propia–. Quizás por celos, competencia o temor a ser superado. Porque está en constante movimiento: él quiere aprender, mejorar, innovar.
Esta clase de talento es gerenciable de una manera muy diferente. Son personas muy emotivas, y como tales reaccionan por emoción. Pero deben sentir que son respetadas y retribuidas aunque sea desde el reconocimiento. Son empleados mucho más resistentes a las condiciones adversas o a las crisis en las empresas porque su motivación reside dentro de ellos. Pero por esta misma razón, confían más en sí mismos y se saben capaces de conseguir otro empleo. Sienten que depende e ellos, que no es azaroso ni circunstancial.
Todos conocemos a alguien con estas características. Ellos escriben sus historias en los libros o son relatadas por biógrafos entusiastas. Ellos aparecen en nuestra vida de vez en cuando para decirnos: “¡Vamos, despierta, lo harás si realmente lo deseas!”.
Hay quienes son así y se facilitan a sí mismos los recursos para desarrollarse. En otros duerme este emprendedor que un día, desde adentro, le dirá que puede hacer algo mejor. Y los hay quienes no lo tienen. Aunque nada es imposible para el ser humano, y por lo tanto uno puede proponerse ser así alguna vez, no es éste el único modo de proceder. Es solamente, una manera de ser. Porque están los animadores y los espectadores, y ambas piezas son imprescindibles para que exista el espectáculo.
Lo que sí en innegable es que el show que brindan estos “actores” de la vida hacen que continuemos creyendo en la fuerza humana, aun cuando creíamos haber perdido toda esperanza.
Porque para triunfar sólo necesitan de una cosa: a ellos mismos!!

APRENDIENDO

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.

Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido. Pero desdichadamente, solo con el tiempo...
de JORGE LUIS BORGES
www.internetaleph.com

LAS GRANDES IDEAS

Dicen que la mejor manera de predecir el futuro es creándolo. Y es el ser humano, la única especie que ha logrado modificar su entorno, prolongar la vida, penetrar en las estructuras atómicas, caminar por la superficie lunar...

Todo esto, gracias a su cerebro, que posee grandes capacidades, como la de la inventiva y la del ingenio.
Potencialidades desarrolladas desde siempre, ya que el hombre y la mujer han tenido que encontrar la satisfacción de sus necesidades básicas, a través del invento de utensilios, accesorios y herramientas, prolongaciones de sus extremidades y de sus pensamientos, sirviéndose para ello de lo que la Naturaleza le provee.

Así, el hombre creó, crea y está diseñando su futuro, a través de sus acciones, es cierto, pero también, gracias a las grandes ideas que es capaz de concebir. Inventar es hallar o descubrir a fuerza de ingenio y silencio creador –meditación-, cosas nuevas o desconocidas. Pero no solamente así. Una mente preparada, alerta y sensible a su entorno, es capaz de descubrir también a través de la casualidad, proceso azaroso que encuentra la tierra fértil –inteligencias entrenadas- para que se desarrollen las grandes ideas.

Para inventar, el hombre debe disponer de su libre albedrío, pleno, con todo el derecho a llevar a cabo y materializar sus ideas creativas, teniendo como límite sólo sus posibilidades y su sentido de la ética. Eso es lo preferible. Sin embargo, lamentablemente el mundo de consumo de hoy no sólo limita, sino que coarta al ingenio y la inventiva, por las reglas del mercado que se imponen por sobre toda la creatividad humana, como un laberinto que mantiene cautivo al inventor.

Y es claro que no se puede inmovilizar, maniatar y condicionar al inventor de ninguna forma, ya que para él y el pájaro, la libertad y la vida son una misma cosa. Por otro lado, el comunicar a las generaciones presentes y futuras, el amor al conocimiento y el placer de crear, es la gran tarea.

De hecho, el progreso de la humanidad está en las manos de las personas con gran ingenio e inventiva, creativos e innovadores y que a fuerza de trabajo han logrado ser de esa manera. Así lo registra la historia y de ello depende la calidad de vida futura...

Dicen que si se acabara la tela adhesiva, muchos hospitales se vendrían abajo, dando a entender la importancia que tiene ese objeto en las tareas cotidianas de médicos y enfermeras. De igual forma, si no se tuviera un cuarto de baño, con el indispensable inodoro, qué diferente sería la vida. Cómo serían las ciudades –grandes o pequeñas- sin la estructura del arco arquitectónico y los dolores de cabeza sin los analgésicos; y lo difícil que sería cortar cualquier material sin las indispensables tijeras.

En fin, objetos cotidianos, que por ser tan familiares ya no reparamos en ellos, mucho menos en el inventor y lo que pasa por su mente para llegar a materializar su creación. Además, caemos en la cuenta que un invento generalmente lleva a otro, para su complemento y perfección. Dice Stanislas Lem, que las ideas son como las pulgas, saltan de un hombre a otro, pero no pican a todo el mundo.

Así, las obras innovadoras y geniales, se generan por las ideas que sólo se llevan a cabo en las mentes entrenadas para ser grandes, que orientan su ingenio, como un desafío para solucionar humanitariamente los problemas de este siglo...